Imágenes acústicas para la detección de fugas de gas

Imágenes acústicas para la detección de fugas de gas: incremento de la eficiencia y reducción de costes
Las fugas de gases a presión en instalaciones industriales pueden ser peligrosas, provocar riesgos de explosión o incendio, dañar el medio ambiente e incluso perjudicar la salud de las personas que se encuentran en las proximidades de estas. Además, las fugas también resultan caras, aun cuando el gas en sí no sea valioso per se. Por ejemplo, una fuga de aire comprimido puede parecer cuestión menor, pero la energía adicional necesaria para mantener la presión del sistema mientras esta persiste puede acumular costes notables en poco tiempo.
Los métodos tradicionales de detección de fugas (como el agua con jabón y los sensores de ultrasonidos) presentan limitaciones en lo relativo a eficiencia y efectividad. Para estas técnicas a menudo es necesaria una inspección manual punto por punto, lo que hace que el proceso resulte muy lento y laborioso.
Es por ello que se necesita de un método rápido, eficiente y fiable para la detección de fugas; asimismo, sería idóneo que pudiese usarse para analizar secciones de gran envergadura de la planta en aquellas situaciones en las que fuera obvio que hay fugas de las que ni siquiera se sepa la ubicación aproximada, además de para localizarlas con exactitud en un momento posterior de las pesquisas. Para la mayoría de los usuarios también será importante que sea posible aplicar el método con independencia del tipo de fuga de gas; podría ser necesario, por ejemplo, que una vez se tratase de una fuga de aire comprimido; otra, de fugas de vapor, y en otros casos incluso de reactivos gaseoso.
Cómo las imágenes acústicas mejoran los estudios de fugas de gas
La tecnología de detección de fugas que mejor satisface estas necesidades es la adquisición de imágenes acústicas. Consiste en la simple observación de que los gases y vapores que escapan generan siempre ruido acústico, a veces dentro del espectro perceptible por el oído humano, otras, en el de los ultrasonidos y a menudo, en ambos rangos. Las cámaras acústicas hacen uso de una serie de micrófonos de sensibilidad elevada para captar estos ruidos. Mediante un diseño específico de matriz de micrófonos y un procesamiento digital interno avanzado, esta cámara puede determinar la dirección y calcular la envergadura aproximada de la fuga mediante una técnica conocida como "conformación de haces". Esta información se utiliza para producir una imagen con la fuga representada por un "mapa de nubes" en color que representa la presión sonora que se está obteniendo en la medición. Para facilitar la interpretación, el "mapa de nubes" se superpone con una imagen digital ordinaria de la planta o el equipo en el que se efectúa la investigación.
La adquisición de imágenes acústicas funciona igual de bien con cualquier gas o vapor y tiene muchas otras ventajas prácticas. Una de las más importantes es que puede detectar fugas a una distancia considerable: de hasta 120 metros con la gama MPAC de Megger. Esta característica no solo facilita la inspección rápida de grandes secciones de la planta, sino que también implica que puede evitar acercarse a puntos de esta posiblemente peligrosos y efectuar comprobaciones en alturas u otras ubicaciones a las que no sea posible acceder. Como cabría esperar, y cuando proceda, las cámaras acústicas también se pueden utilizar a distancias mucho más cortas, lo que resulta de particular utilidad para localizar el origen exacto o la ubicación de una fuga.
Por todas sus ventajas, la adquisición de imágenes acústicas es muy fácil de usar; no implica una curva de aprendizaje pronunciada. Con las últimas cámaras acústicas, todo lo que se necesita en la mayoría de las aplicaciones es ajustar dos parámetros: el rango de frecuencia y el rango dinámico. El instrumento hace todo lo demás y muestra el resultado en su pantalla integrada. La gama MPAC también indicará al usuario una estimación del caudal de fuga y (en caso de conocer el correspondiente coste volumétrico), la cantidad de ingresos que se pierden cada año. De este modo, es posible priorizar las medidas correctivas previstas de forma muy sencilla.
Para garantizar la fiabilidad incluso en entornos con mucho ruido, las cámaras acústicas de Megger cuentan con una función de enfoque avanzada que ayuda a reducir al mínimo el efecto de los sonidos indeseables que afectan negativamente al valor de medición. Todos los modelos también disponen de almacenamiento interno para imágenes acústicas, vídeos, imágenes de cámaras digitales y datos de medidas, que se pueden consultar en la pantalla del equipo o descargar en el software provisto para la realización de más trabajos de análisis o archivado.
Mayor eficiencia de las operaciones gracias a las imágenes acústicas
La adopción de la tecnología de imágenes acústicas para la detección de fugas de gas ofrece incrementos notables en la eficiencia de las actividades. Al reducir significativamente los tiempos de inspección y los requisitos de mano de obra, las instalaciones pueden optimizar sus recursos de mantenimiento y minimizar el impacto de las actividades de detección y rectificación de fugas en los programas de producción.
La capacidad de detectar fugas desde una distancia segura es otra ventaja notable. El personal de mantenimiento puede inspeccionar puntos de posible peligro o difícil acceso sin necesidad de encontrarse físicamente cerca, con el consiguiente incremento de la seguridad y la eficiencia. Esta capacidad de detección remota elimina la necesidad de andamiajes, escaleras y otros equipos de acceso, lo que agiliza y acelera aún más el proceso de inspección.
Además, las imágenes acústicas pueden permitir la detección temprana de fugas, lo que evita que problemas de escasa envergadura acaben por revestir gravedad. La detección y rectificación rápidas de fugas permiten a los centros prolongar la vida útil de sus activos, reducir el riesgo de averías catastróficas en la medida de lo posible y optimizar la planificación de las labores de mantenimiento. La detección temprana también ayuda a evitar el desperdicio de recursos valiosos vinculados con fugas prolongadas.
Reducción de costes mediante detección temprana de fugas
La detección temprana de fugas de gas mediante la tecnología de imágenes acústicas puede suponer un importante ahorro de costes para los centros industriales. Detectar fugas y rectificarlas rápidamente permite a las empresas ahorrar pérdidas notables de productos y energía. Aun aquellas fugas que pudieran parecer pequeñas pueden provocar pérdidas económicas sustanciosas con el paso tiempo, lo que hace de la detección temprana y la consiguiente rectificación actividades cruciales para el control de los gastos.
La capacidad de detectar fugas con exactitud y repararlas rápidamente reduce al mínimo las interrupciones de la producción y el tiempo de inactividad. Las paradas imprevistas debidas a fugas pueden resultar extraordinariamente costosas, lo que puede conllevar pérdida de la productividad y posibles daños en los equipos. Mediante el uso de imágenes acústicas para detectar fugas de forma precisa y eficiente, los centros pueden evitar estos gastos y mantener en marcha sus operaciones de la mejor forma posible.
La detección temprana de fugas también es vital para el cumplimiento de normativas. Muchos sectores deben satisfacer disposiciones estrictas en materia medioambiental y de emisiones, y su incumplimiento puede conllevar multas considerables y perjuicio para la reputación.
Conclusión
Con el incremento de la importancia de la eficiencia, el control de los gastos y el impacto medioambiental en distintos sectores, la adopción de imágenes acústicas para la detección de fugas de gas ha pasado a ser práctica habitual. Las cámaras acústicas permiten a las organizaciones optimizar sus procesos de mantenimiento, reducir los residuos e incrementar la seguridad.
El valor de las imágenes acústicas va más allá del ahorro inmediato de costes. Gracias a la detección temprana de fugas, los centros pueden evitar que problemas de escasa envergadura empeoren hasta volverse muy graves, con la consiguiente prolongación de la vida útil de los activos y la reducción en la medida de lo posible de las paradas en la producción. La capacidad de inspeccionar áreas grandes rápidamente y localizar con precisión los puntos de fuga acorta notablemente el tiempo invertido en labores de inspección y los costes de la mano de obra, lo que permite a los equipos de mantenimiento centrarse en otras tareas de vital importancia.
Las imágenes acústicas constituyen método sencillo, fiable y asequible de detectar y localizar fugas de gases. Ahorran tiempo y dinero y ayudan a reducir al mínimo el malgasto de recursos que siempre suponen las fugas. En resumen: las cámaras acústicas son inversiones pequeñas que ofrecen ventajas enormes.